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A LA LUZ DEL MAESTRO 

 Puede haber muchas teorías sobre lo que es la santidad, abundantes explicaciones y distinciones. Esa reflexión podría ser útil, pero nada es más iluminador que volver a las palabras de Jesús y recoger su modo de transmitir la verdad. Jesús explicó con toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-12; Lc 6,20-23). Son como el carnet de identidad del cristiano. Así, si alguno de nosotros se plantea la pregunta: «¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?», la respuesta es sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas. En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas.

La palabra «feliz» o «bienaventurado», pasa a ser sinónimo de «santo», porque expresa que la persona que es fiel a Dios y vive su Palabra alcanza, en la entrega de sí, la verdadera dicha.

A contracorriente

Aunque las palabras de Jesús puedan parecernos poéticas, sin embargo van muy a contracorriente con respecto a lo que es costumbre, a lo que se hace en la sociedad; y, si bien este mensaje de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo.

Volvamos a escuchar a Jesús, con todo el amor y el respeto que merece el Maestro. Permitámosle que nos golpee con sus palabras, que nos desafíe, que nos interpele a un cambio real de vida. De otro modo, la santidad será solo palabras. Recordamos ahora las distintas bienaventuranzas en la versión del evangelio de Mateo (cf. Mt 5,3-12).

Gaudete et exsultate

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«Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos»

«Felices los mansos, porque heredarán la tierra»

«Felices los que lloran, porque ellos serán consolados»

«Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados»

«Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia»

«Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios»

«Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios»

«Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos»

 

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Congregación de Hermanas Misioneras de la Misericordia del Sagrado Corazón de Jesús. Calle: Iglesias # 15, Col. Centro en  Hidalgo del Parral, Chihuahua. México . Tel 6275221933, C.P. 33800. E-mail: hablamejesus@hotmail.com.

MISIONERAS DE LA MISERICORDIA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

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